En una fría tarde de Julio, entre el castigo del viento norte y con un
cielo amenazante, camino por las calles de la ciudad de Cauquenes dirigiéndome
a cumplir la misión que se me ha encomendado. Averiguar quién es Don Juan
Segundo Inzunza Valdés.
Cerca de las seis de la tarde llego a su casa, ubicada en el sector
céntrico de la ciudad. Don Juan me recibe con un gesto de cordialidad, pero
también dejando entrever algo de inquietud. Su casa, es una casa de las de
antes, con olor a tradición e historias familiares; Las fotos de los
descendientes adornan las paredes y unos nostálgicos boleros de fondo suenan en
el aire tranquilo y confortable del hogar.
Don Juan me invita a tomar asiento y tras una breve plática preliminar
paso de lleno a la pregunta que me llevó hasta allí.
¿Quién es Juan Inzunza?
Juan Inzunza me cuenta que es un profesor jubilado, egresado de la Escuela
normal, profesión que comenzó a ejercer en 1960, a los tempranos 20 años en la
ex Escuela Hogar N° 26 (Doctor Meza) y de la cual se encuentra muy agradecido,
ya que le permitió no solamente obtener gratificaciones personales y
profesionales durante todo su período de ejercicio, sino también recibir hasta
el día de hoy el afecto y simpatía de numerosas generaciones de ex alumnos.
Como profesor se desempeñó también en la Escuela rural de Pichihuedque,
la Escuela 40 Los Conquistadores, la Escuela 1 y finalmente en el departamento
Provincial de Educación, en el cual tuvo una destacada participación en el
ámbito de Educación Extraescolar donde pudo combinar su pasión por el deporte y
su pasión por la pedagogía.
Don Juan fue un futbolista formado en el Club Estudiantado, donde
integró la serie infantil en primera instancia, y posteriormente en la serie
adulta. Una vez egresado de la Escuela normal se integró al Club Escuela e
incursionó también en la práctica del arbitraje llegando a ser Presidente de la
Asociación de árbitros de Cauquenes reconocida por la Federación de Árbitros de
Chile.
Don Juan se desempeñó como dirigente de distintos estamentos deportivos
a nivel comunal, provincial y regional los cuales le valieron gratas
experiencias como conocer gente y recorrer distintos lugares de nuestro país,
pero también nos aconseja en base a su experiencia personal, el vivir sana y
mesuradamente las pasiones y hobbies, sin llegar a permitir que estas
interfieran quitando tiempo a lo realmente importante que es la familia.
Don Juan es casado desde hace 53 años con la señora Claudina, una ex
funcionaria de la Compañía de Teléfonos quién también es miembro de la Sociedad de Socorros
Mutuos y al igual que él lleva más de 50 años en la institución. con ella tiene
cuatro hijos, dos de los cuales siguieron su camino en la educación.
En el año 1965, y motivado por sus relaciones de amistad juró como
miembro de la Sociedad De Socorros Mutuos la cual señala, era muy distinta de
lo que es ahora, partiendo del hecho de que no había presencia de damas,
excepto en las fiestas institucionales. Dentro de los cargos desarrollados en
la institución ha sido Secretario, Director en varias ocasiones llegando a
ocupar la presidencia en el año 1994. En períodos posteriores suma en total
nueve años al frente de la institución habiendo tenido la grata labor de enfrentar
en dicho cargo la celebración de los 100 años. Luis Landeros, Juan Rivas,
Armando Yáñez, José Tomás Sánchez, Juan Barrios, Guillermo Aravena, son algunos
de los nombres que menciona recordando con cariño la época en que era el “Lolo”
del Directorio.
Dentro de la institución también ha actuado desde hace más de veinte
años como gestor de la revista Horizonte Mutualista. Medio orientado a la
comunicación interna con los Socios respecto al quehacer de la institución,
pero que busca además fomentar entre los miembros la creación artística en el
campo de la poesía, el ensayo o cualquier forma de creación literaria,
permitiéndole a quien así lo desee dar a conocer a través de las letras su
forma de sentir y de pensar, fundamentalmente acerca de los valores y
principios del mutualismo. De los Socios que han tenido la misión de dirigir
esta revista, recuerda especialmente a Don Héctor Hormazábal, quien es el
creador del formato actual de la revista, y es quien durante mayor tiempo ha
estado a su cargo.
Actualmente Don Juan participa en el Club de Adulto Mayor Esmeralda, en
el cual también ha sido Secretario durante varios períodos señalando que por
decisión propia ya no volverá a ser Presidente de ningún estamento.
Don Juan recuerda con añoranza esas tardes de naipes y dominó en el
recinto de la Sociedad de Socorros Mutuos, y el compartir con los miembros y
amigos de la institución, así como las pantagruélicas fiestas de asado y
cazuela bien remojadas que se vivían décadas atrás, pero, asimismo, tiene una
visión muy optimista del futuro de esta institución que a su juicio tiene todo
lo necesario para crecer y permanecer en el tiempo; lo importante, señala, es
que nunca se pierda el sentido del mutualismo. En la medida en que se mantengan
las estrechas relaciones entre los estamentos y los Socios, va a seguir
consolidándose el mutualismo en Cauquenes.
También nos señala que es importante generar la renovación de los
miembros, la cual pasa por que los miembros sepamos difundir y promover entre
nuestros familiares y amistades la inquietud de incorporarse en la Sociedad de
Socorros Mutuos. Quienes somos miembros debemos respetar y promover la misión y
la visión de la institución y declarar en forma firme “Yo soy mutualista, y
comparto los valores y principios del mutualismo”.
Desde el cálido corazón de Don Juan emergen finalmente generosos deseos
de éxito para quienes hoy dirigen la Sociedad de Socorros Mutuos, así como para
quienes vendrán, así como un profundo agradecimiento a todos los Socios con
quienes ha podido compartir y recibir su cariño desde hace ya cincuenta y dos
años.
“…Yo aspiro, en lo que me queda de vida mutualista seguir colaborando
en la medida de mis posibilidades a esta gran tarea que constituye una
importante parte de mi vida…”
Nos despedimos fraternalmente, y de camino voy reflexionando acerca del
significado que la institución tiene para este hombre cuya historia personal e
institucional se funden en una sola aventura de fraternidad, esfuerzo, trabajo
y mutualismo.
